domingo, 26 de marzo de 2017

Una antibarro






Pedrin, Pepe, Esteban, Atreyu, Fran, Roberto, Azu y Angel, habituales de las rutas de los domingos no aparecen, serán huevones, los que sí que aparecen son Aga, Miguel, Lobo, Jose Luis y Fulgen.

Son cuatro gotas las que han caído durante la noche, y ya hacía dos horas que había dejado de llover, por lo que los citados en primer lugar, tendrán una sanción disciplinaria, por no aparecer, a escoger entre apuntarse los puntos de la ruta de hoy con signo negativo o pagar unas cervezas, a los que sí han realizado la ruta. Solo se admitirá como excusa parte médico oficial, salvo Azu, que presente lo que presente será sancionado.

El cielo está oscuro, pero tiene pinta de llover, así que sin pensárselo dos veces los pocos Jarrys que había, se encaminan para el viso por el Zulema, donde se le hace un pequeño ajuste, a la bici de José Luis que la saca de cualquier forma,

Una vez arriba Miguel, Aga y Lobo deciden tirarse por la trialera hasta abajo de los caballos, Jose Luis y Fulgen más sensatos (sensato, es sinónimo de huevón), optan por lo más fácil, pista y hasta encontrarse abajo, y otra vez, para arriba, cada día entiendo menos a estos Jarrys, ¿para que bajan si luego tienen que subir.?

Miguel, está en plena forma, sube como las balas, a nada que algún insensato le meta rueda, Aga parece que se ha unido con una cuerda de cinco centimemetros a su rueda y no se separa, y Lobo, pese a su catarro y mal estar general no les ha perdido comba, Fulgen, no sabía ni donde estaba, atrás, en medio, delante, vamos un tocapelotas, y la gran esperanza Jarrys (es decir comodín), para Atreyu sinonimo de si va Jose Luis, me apunto que le supero con creces, parece que ya no es aplicable, vamos que er primo le pasa por encima ahora mismo hasta Pedrín, bueno eso es normal, Pedrín hace mucho que no sale, las malas lenguas dicen que ha vendido la bici para comprarse una E-bike y salir con Prieto, y aun le falta unos eurillos para conseguirla. Pepe, como eres el próximo, aprovecha ya que Atreyu y Pedrín se han puesto a ello, lo mismo te sale a cuenta.

Bueno que me enrollo, una vez arriba del Viso, otra vez para abajo pero esta vez por la otra vertiente la más empinada, y nuevamente hacia arriba, lo dicho pa que bajan si luego hay que subir.

Dan la vuelta al Viso, y Fulgen no tiene huevos de ir por la trialera que han decidido los demás, pero en vista que José Luis también apuesta por bajar por ahí, no le queda otra, pero según esta bajando, Jose Luis desde arriba, dice "me bajo por carretera", Fulgen esboza una cara de mala ostia, a la par que le profiere, toda clase de insultos, mientras balbucea, me lo ha vuelto a hacer.

Ya está el lío cuatro Jarrys por un sitio y er primo por otro, y todo presagia que no se cruzaran más, el grupo más numeroso baja hasta las primeras casas del Zulema, donde le hacen señales ar primo, pero este que enfila la carretera para delante como los mulos, sin mirar hacia los lados, La sangre no llego al río se encuentran al final de la carretera en cruce con la que va hacia Loeches, y desde aqui para el Mortirolo, por carretera, se les hizo pesada la jodia, y eso que no les llovió apenas más que un chisporreteo en unos cuatro minutos en toda la ruta.

Una vez arriba se llanea hasta bajar por la trialera, que va de los aviones a Villalbilla, Miguel y Lobo deciden afrontar las más radical, y lo hacen. Al llegar a Villalbilla, trialera del cementerio, es decir crono  de este año en sentido opuesto.

Se pretende subir las antenas ya que Jose Luis está empeñado en pasar de los 1800 metros de desnivel para desbancar a Azu de la primera posición, pero las molestias de lumbago que tiene, le aconsejan dejarlo ya y todos juntos por el camino que va paralelo al Ave, sin haber llegado a Anchuelo, y dese aquí a buscar la trialera que empieza en el restaurante el Gurugu.

En realidad pese a los malos presagios de  las condiciones meteorologicas , Ha hecho un día estupendo para practicar el mtb, siempre y cuando se opte por como hoy una buena ruta antibarro.

Y ya en el Santacruz se une Atreyu, para con toda desfachatez decir que ni había puesto el despertador, esta mañana. Se le perdona, pero no olvida, ya que una vez degustando la sabrosa cerveza se pasa todo por alto.


Fermín a su servicio.