domingo, 30 de junio de 2013

El Carro del Diablo y la Cascada del Purgatorio



Madrugamos para hacer ruta en los alrededores de la Sierra de Guadarrama. Es lo que tiene, salir a la Sierra no queda cerca, pero una vez que llegas merece mucho la pena. Pedalear en las faldas de Peñalara, subir por los bosque de pinares y robles, atravesar mares de helechos, remontar arroyos en los que bañarte. En estas fechas de calor, deberíamos abandonar Alcalá y hacernos “transhuman-bikers”, buscando pastos frescos.

Ruta para guardar como fija en el calendario, no se hace muy exigente porque la subidas, pese a no bajar del 8%, no son las de Pirineos y se hacen cómodas a un ritmo suave como hemos ido.
Salimos de Rascafria y atravesamos el Lozoya por el Puente del Perdón frente al Monasterio del Paular, para meternos enseguida por pista a la derecha al Bosque de robles de Los Horcajuelos, poco a poco ganamos altura y después de 6 km de subida entre pinos, llegamos hasta el “Carro del Diablo” , a la mitad de subida del Puerto del Reventón. El nombre le viene de cuando el puerto era ruta transitada entre Madrid y Segovia y las bestias de carga reventaban y morían en sus cuestas. …”menos mal que nosotros nos libramos”. 
El que si tenías ganas de cogerse una buena diarrea era el "bebemeaos", supongo que sus problemas de estreñimiento en Pirineos, le ha hecho convertirse en el "discípulo aventajado"  del Primo.

Primer momento de risas,- … carro, carro… lo que parece más es un buen “pollón”, así que nos hacemos las fotos de rigor, en las que algunos nos prestamos al “photocall”...


La leyenda transcurre durante el final de la construcción en el siglo XV de la Catedral de Segovia, tarea que se encomendó a Juan Guas, renombrado arquitecto y escultor toledano de origen flamenco. Éste se comprometió a terminar la obra en un tiempo determinado.

Pero el tiempo pasaba y llegaba la fecha límite, más las torres de la catedral no alcanzaban la altura deseada.
Tanto renegaba el maestro de obras de su suerte que se le apareció el mismo Satán engatusándolo con lograr la finalización del edificio a cambio de la posesión de su alma. Aceptado el trato, la obra progresó a ritmo endiablado (nunca mejor dicho) hasta que, próxima ya la finalización de la misma mucho antes de verse cumplido el plazo, el constructor, ahora seguro de sí y de su éxito, rompió el pacto diabólico. En venganza, el diablo convirtió en piedra el último de los carros que portaban pìedra hacia la obra dejándolo así definitivamente anclado en la ladera del Reventón, mientras que la Catedral terminó con una de sus torres algo menor que la otra.



La senda de bajada la realizamos a través del Camino de Santiago Complutense, muy técnica y divertida para volver a Rascafría. 



Volvemos al Paular, para poner rumbo en subida al “Monumento al Forestal” dónde conocemos a Jesús, un peque muy simpático, con el que nos hacemos unas fotos y nos promete ser un futuro jarry (.. no le queda al cabroncete “en de que sufrirrr”), aprovechamos para la barrita y unas fotos con el fondo del Pico de Peñalara.

Nos dirigimos en suave bajada camino de la “Cascada del Purgatorio”, atravesamos un mar de helechos, arroyos y puentes preciosos.


Comenzamos la subida a la misma, hasta que os toca cargar con la bici al hombro para salvar un par de kilómetros que se hacen eternos hasta llegar al baño. Parece la Gran Vía, lleno de domingueros en peregrinación, hasta una marcha de chavales de campamento nos siguen con el “pesao” de su monitor recordándonos a cada minuto que no cabemos todos allí. (…-“pues te joes” pienso, vas detrás y te quedas tu abajo, pienso malhumorado por la carga de la burra.). pienso en el Reventón y las bestias allí moribundas, pero enseguida aparece el salto de agua y todo el esfuerzo se olvida.

Míguel no se lo piensa y es el primero en probar el agua helada, le secuno y Prieto no quiere volver sin participar de la aventura. Pedro fotógrafo profesional se moja los pies para acercarse y sacar las mejores instantáneas. Sólo Quique rehusa. O no le apetece o no quiere participar del “espectáculo” que estamos dando delante de peña. 




Al menos nos consuelan sus palabras en el Foro:

Hoy he vuelto a renovar las ganas y la ilusión por la burra y el grupo, siempre hay altibajos, pero hoy me lo he pasado muy bien, he disfrutado como un enano, y la ruta me deja con el cesto de las ganas bien repleto. Ruta tranquila a la que ha acompañado el tiempo y sobre todo la gente.Gracias a los 4.


Que mejor final para la crónica. Tras desandar lo andado. bajamos en un santiamén a los coches, cervecita y pasadas las tres, rumbo a casa. ¡Hay que repetir! 


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