Este domingo se celebraba la
junta ordinaria anual de los Jarrys, y se tendría lugar, después de terminar la
ruta sobre las 11:30 en el Robledal. A las 08:00 de la mañana se concentran en el parking del
parque, Miguel, Azu, Lobo, Aga, Isacio, Pedrin, Jose Luis, Pepe, Atreyu, Manolo
y Fulgen.
Miguel propone un Baztan al revés,
Fulgen, que no da tiempo, que se hará muy tarde, para llegar puntual, a la casa
de Pepe, y Miguel que no. Es posible que Fulgen amparándose en los más débiles,
quisiera hacer una pachanguita y tocarse los huevos, porque lo que es cierto es
que se llegó incluso antes de la hora, todo ello con unos kilómetros más cuesta
arriba que no estaban previstos.
La ruta es la clásica del Baztan
al revés, en el track de abajo podéis verla con detalle. En esta ocasión no la voy a mencionar.
El cuestón que termina en la
puerta verde, es el primer desafio, para los popus, y los más fuertes, decir
que se la suben todos ellos a excepción de Fulgen, que estaba mu blandito.
Azu y Miguel, marcan el ritmo,
hasta que Fulgen decide aumentarlo, pero nadie lo sigue se queda solo, y así
llegara hasta el principio de la ascensión de la trialera de Torres, donde
todos esperan, aunque alguno se esconda.
La citada Trialera solo se la
suben Azu, Lobo, Miguel, y Aga, aunque Pedrín dijo subirla también, pero sin testigos,
y en dos tiempos, eso no cuenta.
Ya arriba Jose Luis se despide y
toma camino de Corpa, tenía que llevar a sus hijos a Serracines, para luego
volver al Robledal. Aquí el grupo se estira en exceso, porque algún cabroncete,
tira más de la cuenta (si el de siempre, ya ni lo voy a nombrar) al llegar al
Baztan se agrupa el grupo, y todos para el bosque, a excepción de Atreyu y
Pepe, que tienen que preparar la piscina y barbacoa, para que este todo listo a
la llegada del resto.
Poco más que destacar de la ruta
Isacio, va como un tiro, después de Ainsa, Manolo con su hierro oxidao, y después
de las rutas maratonianas, también va sobrao, el resto sigue igual, es decir muy fuertes.
Sobre las 11:20 se llega al
final, donde alguno sin bajarse de la bici ya tiene la cerveza, este Atreyu está
en todo con el avituallamiento.
Prieto no para de dar vueltas con su coche, no encuentra la casa de Pepe, hasta que ve el pelotón y los sigue, se agradece su compañia en la junta, aunque Azu, casi se lo carga con las ahogadillas que le profirio.
Prieto no para de dar vueltas con su coche, no encuentra la casa de Pepe, hasta que ve el pelotón y los sigue, se agradece su compañia en la junta, aunque Azu, casi se lo carga con las ahogadillas que le profirio.
Ahora es otra cosa, con el bañito
y la cerveza, se está fenomenal, lástima que el día este un poco nublado y con
lluvias dispersas, que propician poco el baño, aunque la piscina se llenó,
en muchas ocasiones, algunos nada pudorosos, se metieron en ella, como sus madres les trajeron al mundo, las fotos que lo atestiguan, debido a la censura, no han sido publicadas. En este momento llega
Fran y abandona el lugar, no sin antes tomar alguna cerveza y darse algún
bañito.
Se procede a dar cuenta a la
barbacoa, este año, hay gambones a la plancha, cocinados hábilmente por Isacio.
Atreyu y Pepe se encargan del resto, secretos, panceta, chorizos criollos,
morcilla y sorrao, todo ello sin que la fresquita cerveza dejara de correr por
las gargantas, y meón de postre, todo ello en abundancia y delicioso.
Llega la hora de la moción de
censura a la presidencia, parece que era un farol para acojonar a Pedrin y
Fulgen, porque no salió adelante, al igual que tampoco lo hicieron las
propuestas, sin fundamento que hicieron Azu, Atreyu y Fulgen, tienen demasiado
tiempo libre para decir pensar en esas absurdas propuestas, nombrare una para
que se vea el grado de locura transitoria de alguno, proponía alguno que se
cobrase una cantidad anual por Jarry de
50€, en concepto de gastos varios y degustación de cerveza. Dichas propuestas serán
vueltas a debatir en la cena Jarrys de final de año según noticias llegadas de última
hora a esta redacción Jarry.
Y llega la tarde y se ameniza con
unos cubatas, y más baños en la piscina, los jarrys se van marchando poco a
poco, hasta que solo quedan el anfitrión Atreyu, que se volvia con el en bici y
Miguel, Pedrin y Fulgen. Estos dos últimos amenazan con pernoctar, pero tras
una negociación deciden marcharse, sin violencia.
San Fermin a su servicio