Pasan las 09:00 AM, algún Jarry
se retrasa en el parque, el guía es
Isacio, se unen a él Guille, Ángel, Aga, Fran, Azu, Manolo y Fulgen.
Hoy toca ruta sencila y corta
para acabar pronto y felicitar a la madre a una hora prudencial.
Se toma el camino del río pasando
por Nueva Alcalá, Isacio decide ir por el sendero de la orilla del río, como está
la vegetación de crecida, apenas se ve el camino, de aquí se atraviesa la finca
del Encin, para bordear el desguace de los Santos y por camino ascendente se
cruza la carretera que sube a Los Santos de la Humosa, por el camino del monedero y aquí ya empiezan
los sube y bajas, menos mal que la ruta era sencilla, se alcanza a un grupo de
los Ibex, y rodando juntos un buen trecho, hasta alcanzar la senda del Lagarto,
también llamado los lagartijos, donde toman otro camino. Los Jarrys pese a la
insistencia de Ángel y Fulgen toman ese sendero lleno de virajes con poca
inclinación de bajada.
En una pequeña altura esperan el
resto a Fulgen que siempre se retrasa más de la cuenta cuando las dificultades
técnicas se complican, se aprovecha a tomar un pequeño refrigerio, pero a
algunos no les da tiempo a quitarse la mochila de los hombros para sacar la
comida, Manolo se queja de este hecho.
Ya poco queda para llegar a
Albolleque, lugar donde se gira dirección a Alcala para enfilar la senda del
río, pero antes Azu, decide no pasar por un camino con acceso prohibido, eso
pone en el cartel, pero Isacio, Fran Manolo y Fulgen lo ignoran y continúan ese
camino, esperando al resto del pelotón justo antes de entrar en el sendero del
río.
Estaba impracticable, y plagado
de ortigas, cardos y demás plantas con pinchos, algunos Jarrys vestían de corto, y lo pasaron un poco mal, pero no se
quejaron en exceso. El camino era angosto y estrecho, por decir algo ya que no
había tal camino, se lo había tragado la espesa vegetación, Azu que circulaba
el primero como casi siempre, tuvo que recular alguna que otra vez al no saber
por dónde encaminarse. sin embargo Fulgen que iba el último no tenía ese
problema, ya que esa masa ingente de vegetación yacía, aplastada en el suelo,
por donde habían pasado el resto de los Jarrys.
Azu se despide del resto de
Jarrys en la carretera que va a Meco desde Los Santos, dejando ya más
tranquilos al resto de los Jarrys.
Poco más que contar se hace de
buen samaritano poco antes de entrar en la carretera que enfila al Alcampo con
un Biker que ha partido la cadena, prestandole el tronchacadenas y Manolo es quien en esta ocasión le ayuda.
En este punto los Jarrys que
tienen prisa se despiden del resto, quedando Manolo, Aga, Fran, Isacio y Fulgen,
que excusando a Fran, todos se encaminan hacia el Marsa, para festejar el día de
la madre como se merece con tres cervecitas, bien fresquita.
Es digno de destacar que durante
toda la ruta Azu no apoya apenas por más de dos minutos seguidos, la parte de
su cuerpo que se apoya en el sillín, y si lo hace solo lo hace con una de las
dos partes de esa zona que Azu prefiere evitar nombrar, además se puso de pie
una gran parte de la ruta. Merece la pena haber visto a Azu en semejante situación,
a algunos se les pudiera haber caído un mito, también es humano, aunque poco lo
demuestra. Pero no se quejo ni una sola vez, en toda la ruta, este Jarry esta hecho de otra pasta, o mas bien de otro acero, como el de los astilleros.
Fermin a su servicio.
Fermin a su servicio.
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