Los Jarrys en La Cabrera

Para iniciar decir que el director de rutas (Azu) esta vez sí nos presentó una ruta que ha merecido la pena conocer, con una belleza paisajista sin igual, un trazado que disfrutas como un enano, senderos y pistas con buen drenaje, apto para fechas de lluvia, ciclable excepto en la zona de los collados, bajando por el PR-13 de Valdemanco, que nos ha hecho patear, pero no más que en otras ocasiones en rutas serranas.

Aunque tuvimos a un revienta rutas (sin acritud), el Sr. Atreyu convocando una ruta paralela, no puedo disuadir a todos y la asistencia fue buena, entiendo los motivos falta de forma, amenaza de lluvia y que es un perraco, ya me hubiera a mi gustado ver el grupo completo en la sierra como antiguos tiempos, ya que no fue una ruta dura, dado el ritmo que la hicimos.

Los que confiamos en Azu y no sabíamos lo que nos depararía con este guía, fuimos 7 Jarrys, Azu + (Fulgen, Lobo, Isacio, Aga, Roberto, y Pedrín) y dos invitados Julio y su hijo Pablo.

La ruta se inició en La Cabrera, cruzamos la N-I, bordeando la Dehesa el Murillón, por unos senderos de jaras muy divertidos, para volver a La Cabrera y tomar dirección a Valdemanco, tramo de pista del GR-10, desvío a la izquierda hacia Navalafuente, y de vuelta dejando Bustarviejo a la izquierda, quedando lo más duro subir por zona Cerro Matallera y bordear Valdemanco, para bajar por la zona del Collado que fue lo menos ciclable, y vuelta a la Cabrera que aunque el GPS de Fulgen nos indicaba todo bajada, nos encontramos con unos sube y bajas que nunca se acababan (total 3:38 h. en movimiento y un poco más de 4 h. para completarla).

El Secretario comunica que la declara de interés anual (o sea que se realice una vez al año), aunque se podía combinar para otra ocasión con la vuelta al Pico de la Miel, claro acortando y no bajando hasta Navalafuente.

Las incidencias las protagonizaron D. Quijote (Fulgen) y Sancho Panza (Pedrín), El Quijote destalonó a su Rocinante y con ayuda del equipo se solucionó sin más complicación y Sancho voló por delante de las orejas de Rucio, menos mal que solo se quedó en chapa y pintura. Lo de Isacio pudo ser grave pero no pasó nada, enganche de manillares con un tío que bajaba y se abrió mucho en una curva e Isacio por ir mirando al suelo y no tocar la bocina.

Azu, si tu aptitud cambia y nos haces rutas como ésta, por la sierra, recobrarás la confianza del grupo. Enhorabuena al guía, esta vez no nos ha engañado y no se ha equivocado.

Un saludo a todos Jarrys.