Este verano parece que no nos quiere dar un respiro con los calores, por Alcalá el sol aprieta de lo lindo desde primera hora del día, así que tocaba ir a la sierra y a una de las rutas "clásicas" en verano, aunque hacia tiempo que no la hacíamos, así que madrugar y todos a Rascafria.
Dejamos los coches en el monasterio del Paular, nos dimos cita mas de los que pensabamos, teniendo en cuenta las fechas veraniegas y la poca asistencia en ocasiones a las rutas serranas, de todas formas nos juntamos Juanjo Marsa, Miguel Jarrys, Roberto, Manolo, Fulgen y el Azu. Salimos y comenzamos a subir el puerto del día, toca subida hasta el carro del diablo, subida cómoda y llevadera durante ocho kilómetros que acompañado de la buena temperatura de la sierra y la sombra de sus pinares nos ponemos en la cota máxima del día sin darnos cuenta, aunque alguno que otro se le atraganto y protesto; tras las fotos de rigor en el carro toca la bajada, según nuestro guia serrano trialera llevadera y fácil sin complicaciones, vemos que el Alzheimer va haciendo estragos con el paso de los años y el primer tramos se convierte en un continuo de rocas y escalones que quitando a la cabra y su escudero del día obliga a los demás poner pie en algún que otro tramo.
Enlazamos rápidamente con un sendero mejor que nos deja en Rascafria, aquí alguno al ver los coches se ve tentado en quedarse esperando al resto del grupo en una terracita de la zona reponiendo electrólitos pero toca continuar ruta, subida al mirador de los Robledos y al monumento del guarda forestal donde aprovechamos a comer algo y de nuevo buscamos el valle del Lozoya para desde el puente de la angostura ir descendiendo hasta la piscifactoría, sendero rápido, parada de rigor en la presa de la angostura viendo la posibilidad del baño pero nuestro guia nos tiene preparados el baño en la cascada del purgatorio así que subir para Morcuera toca ahora pero rápido nos desviamos buscando el arroyo del Aguilon y su cascada para el prometido baño que a alguno se le atraganto viendo que los 200 metros de empujabike se transforman en algunos cuantos metros mas para llegar a las cascadas y verlas llenas que ni el metro en hora punta.
Buscamos pocita arroyo abajo para refrescarnos y viendo que la hora se acerca dirigirnos al monasterio nuevamente pasando por el puente del perdón donde nos espera unas cervecitas fresquitas y refrigerio para coger fuerzas y terminar en el Rus con la espuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario