Hace tiempo
que las crónicas desaparecieron de este blog, eran el reflejo de las anécdotas,
risas y vivencias de este viejo grupo de amigos variopintos, que de vez en
cuando (con más frecuencia, unos que otros) nos unimos para compartir nuestro
hobbies o pasión, dar pedales por esta nuestra vieja piel de toro.
Este año, la primera salida de un par de días era por tierras del viejo Monte
Cano, así se referían los viejos romanos, como viejas son estas tierras y estas
gentes de la Celtiberia perdida y olvidada por algunos; múltiples leyendas
surcan estas tierras y estas montañas aunque a mí la que más me gusta es la de
los tres hermanos, por que comparte historia con otro querido pico para mí,
como es el Ocejón, pero bueno esa es otra historia: “Cuenta la historia que
en tiempos muy antiguos, hubo una tribu prerromana que se asentó en estas
tierras. El Señor de la tribu, que además era brujo, poseía extensos
territorios en las provincias de Soria, Zaragoza y Guadalajara. Tras enviudar,
hubo de dedicarse al cuidado de sus tres hijos, pero era tal la codicia y la
envidia de éstos, que hizo recaer sobre ellos una maldición de forma que
pudieran verse, pero no hablarse. Quedaron así los tres convertidos en
montañas: el mayor en el Moncayo, el mediano en el Ocejón y el pequeño en el
Alto Rey. Aún hoy en la ermita que se encuentra en la cima del Alto Rey un
grabado sitúa las tres cabezas de los hermanos en un triángulo con la misma
disposición geográfica que los tres picos: Moncayo, Ocejón y Alto Rey”
Después de un seco invierno, la lluvia y la nieve quieren hacernos recordar que
la ruta ya se quedó en el tintero el año pasado por este motivo, pero bueno que
es una mala previsión para los jarrys, un poco más de sal y pimienta para la
aventura. El grueso del grupo sale el viernes para pasar noche en Calcena,
Roberto y el presente aprendiz de plumilla nos incorporamos el sábado, después
de cargar los 7 tracks posibles para dos rutas :-o, las modificaciones y
cambios realizados y contados al grupo del desayuno durante los últimos meses
en el trabajo, ya estamos con las monturas preparadas y los gps listos para
iniciar el primer día……….. Moncayo oculto 1.2
Salimos desde Calcena, remontando la carretera hasta Pujurosa, aquí remontamos
por las empinadas calles hasta vislumbrar el barranco de la Virgen, imposible
según los lugareños para recorrerlo en bicicleta, pero esa palabra no está
dentro de nuestro guía: er p. guía, er primo, bajada por senda para luego
remontar el barranco y enlazar con pista por el cerro gordo y el Morron con sus
cuevas siempre vigilándonos, dura y larga subida que nos pone a prueba hasta
llegar al collado de los Portillos: fotos de rigor y continuamos hasta
nuestro siguiente cota las Peñas Herreras, subida por senda con viento a favor
que en la bajada se convierte en un compañero desagradable y peligroso, este
Cierzo que hace ponernos a prueba en esta estupenda bajada por senda, curveando
en un zigzag que no se termina hasta llegar al pueblo de Talamante
Aquí toca reagrupamiento, parada y comida en el bar social del pueblo,
acompañados por las gentes del lugar, nos sirve para entrar en calor,
refugiarnos del Cierzo y coger fuerzas para la siguiente subida la Tonda, donde
la nieve, el viento y la ventisca hace que suframos las inclemencias de estas
tierras, empezamos a ver buitres que nos acechan y al primo flaquear, pero esta
vez no será la que sirva de aperitivo a estos compañeros que siempre le siguen
en los muchos años de rutas, parada técnica para recuperar de los calambres, un
gel y a continuar bajando de la tonda en busca del valle del rio Isuela, aquí
el grupo se divide en dos la mitad tiramos para afrontar el bucle del final, el
resto prefiere quedarse en Calcena y baja más despacio.
Los de cabeza bajamos rápidamente al Isuela, aquí surgen las dudas continuar
por carretera unos km a Calcena o buscar la senda del rio diseñada por el guía,
viendo la amenaza de lluvia decidimos por carretera en un baile continuo de
quita y pon de chubasquero, el agua amenaza en dejarnos sin subida pero
al final y a pesar de la lluvia decidimos subir por las peñas del Cabo, primero
por cómoda carretera que rápido se convierte en senda y hasta un pequeño tramo
de empujabike, pero esto se sabe ya er primo no defrauda nunca, llegamos a la
ermita de San Cristobal, admiramos todo el Moncayo Oculto que hemos recorrido
hoy: Peñas Herreras, la Tonda, Muela de Beraton y como no el Moncayo que deja
verse, con el pico San Miguel cubierto de nieve, haciendo honor a su nombre romano
Monte Cano. Desde aquí buscamos primero por pista y luego por senda un rápido
descenso que el agua cae con fuerza y viento haciendo difícil y desagradable en
tramos el descenso, pero rápido llegamos al albergue con una sonrisa dibujada
de la gran ruta que hemos disfrutado gracias a nuestro guía preferido. Solo
queda compartir las imágenes y los momentos del día vividos por todos
acompañado de una cerveza y una cena en compañía de los jarrys.
Segundo día, toca Moncayo, subida al
Santuario, amanece con buen tiempo, el sol nos saluda, cargamos bicicletas en
el coche, dejamos todo preparado para después de desayunar salir a Cuevas de
Agreda para desde ahí iniciar ruta, el track da miedo, un sinfín de líneas y
puntos que se entrecruzan nos hace pensar que nos deparara el guía:…… un gran
día de mountabike.
Salimos de Cuevas, frio, viento y un paisaje nevado nos rodea, comenzamos
subiendo hasta el collado de Canto Hincado, duras rampas nos hace ponernos a
prueba, aquí reagrupamos dudas, por donde será, al final nueva división del
grupo unos cuantos buscaremos bajada por senda y otros por pista para
reencontrarnos en Aldehuela, bajada técnica por las Pedrizas Grande y Pequeña
hasta Fuentes de Agreda, desde aquí por caminos mirando siempre a Isacio que no
se nos quede nos dirigimos a Aldehuela donde está el resto del grupo, ya todos
juntos nos dirigimos a Vozmediano visitando el nacimiento del rio Queiles,
bonito lugar que nos sirve para coger fuerzas, toca remontar por carretera y
pista al Santuario del Moncayo, subida de más de 12 km, que pasan factura y
siembra la duda cuando llegamos al punto que se dirige a los coches, dudas, el
tiempo no acompaña, tenemos que volver a los coches, hay gente que la fuerza le
flaquea, al final Roberto y Azu tiramos para arriba, está cerca, así que no nos
resistimos a subir al Santuario, rápido lo alcanzamos, parada de rigor, fotos,
comer algo rápido que hay que afrontar la vuelta y rápido nos ponemos a dar
pedales y llegar al punto de la discordia, rápido se convierte en una bajada
espectacular por un hayedo desnudo, vestido de grises y ocres con algún toque
de blanco que lo da la poca nieve que queda y el verde de los musgos.
Cazamos al grupo en la subida de Canto hincado reagrupamos y nos dirigimos
todos a Cuevas al calor de la estufa del bar con una cerveza en la mano, una
sonrisa de felicidad en la cara por los momentos vividos en el fin de semana y
pensando en la nueva ruta.
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